La aportación de las redes sociales en el ámbito educativo y su contribución al progreso de los objetivos del desarrollo sostenible (ODS)

Resum

Las redes sociales han modificado la relación entre las personas desde su implementación a nivel global. A pesar de haber nacido en 1997 con la pionera “Six Degrees” se considera que están presentes desde el boom que supuso Facebook a partir de su creación en 2004 así como Youtube en 2005. A partir de ahí el crecimiento de usuarios, así como el conocimiento de estas han transformado la forma de comunicación en todos los ámbitos, especialmente los de amistades, laborales y educativos. En esta revisión teórica se persiguen fundamentalmente dos objetivos: - Definir el marco conceptual, donde se van a fijar los conceptos a tratar y en qué consiste cada una de las principales redes sociales utilizadas en el ámbito educativo. - Analizar el impacto positivo de esta implementación y el aporte que conlleva a los Objetivos de Desarrollo Sostenible recogidos en la Agenda 2030 de la ONU. Las principales redes sociales accesibles y gratuitas para todos los públicos con las que podemos trabajar en educación (Redes “mainstream”) que se tratan en esta revisión son Facebook, Youtube, Twitter, Instagram, Linkedin, Tik Tok y otras de carácter puramente comunicativo como pueden ser Whatsapp o Telegram. Fruto de estas nuevas formas de comunicación han surgido nuevos actores y figuras tecnológicas, como las aplicaciones para dispositivos móviles, tablets, ordenadores e incluso relojes inteligentes (APP nativas que recogen cada una de las redes sociales), así como aplicaciones de carácter colaborativo y que son claros ejemplos economía circular 2.0 (Too Good To Go, ¿Tienes Sal?, Next Door, Wallapop, Vinted…).Gracias a estas herramientas, también surgen nuevas profesiones y modelos a seguir, como son los “influencers”, “tiktokers”, “youtubers”, “streamers” … considerados a día de hoy focos de atención y líderes de comunicación, en muchos casos, ejemplo a seguir por gran parte de la población. Se concluiría en que todas estas nuevas formas de comunicación, cooperación y participación son una fuente de responsabilidad social corporativa para empresas e instituciones educativas, debido al impacto positivo que generan en varios de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, principalmente en los siguientes y por orden de importancia: 4- Educación de calidad. 5- Igualdad de género. 8- Trabajo decente y crecimiento económico. 10- Reducción de las desigualdades. 11- Ciudades y comunidades sostenibles. 3- Salud y bienestar. 16- Paz, justicia e instituciones sólidas. Y por supuesto: 17- Alianzas para lograr los objetivos.