Sostenibilidad alimentaria y salud en adultos mayores con síndrome metabólico

Resumo

El síndrome metabólico (SM) es una condición médica que engloba varios factores de riesgo interrelacionados, como niveles elevados de glucemia, hipertensión, triglicéridos altos, bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad y obesidad abdominal. Se considera que hay SM cuando se dan tres o más de estos factores, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, aterosclerosis, cáncer y diabetes tipo 2; que son las principales causas de mortalidad a nivel global. El SM, cuya incidencia ha aumentado en los últimos años, está estrechamente vinculado a los malos hábitos alimentarios. Los cambios en los hábitos alimentarios no solo impactan la salud, sino que también contribuyen al deterioro ambiental, manifestado en el aumento de la temperatura terrestre y el cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono (CO2), provenientes del sistema alimentario, constituyen una parte significativa de las emisiones globales. Además, la sobreexplotación de recursos para la producción de alimentos ha agravado la situación. En respuesta, se han implementado iniciativas como el Acuerdo de París y la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas para promover la sostenibilidad global, incluyendo el sector alimentario, como propone la Comisión EAT-Lancet. Ciertas dietas, como la Dieta Mediterránea (DMED), son conocidas por sus beneficios metabólicos, pero se cuestiona su impacto ambiental. Para abordar esta incertidumbre, el objetivo general de esta Tesis Doctoral es medir la sostenibilidad alimentaria, a través de la evaluación de los impactos ambientales que resultan de cambios dietéticos derivados de la adopción de un patrón de DMED y cómo esto puede influir a su vez en determinados indicadores de salud como son los que determinan el SM en población adulta mayor de 55 años. Contenido de la investigación La presente Tesis Doctoral está enmarcada dentro del estudio PREDIMED-Plus. Los participantes, adultos de 55 a 75 años con índice de masa corporal entre 27 y 40 kg/m² y al menos 3 criterios diagnósticos del SM, según la definición del JIS (Joint Interim Statement), fueron evaluados mediante un cuestionario de frecuencia alimentaria validado. Los impactos ambientales se calcularon utilizando bases de datos de sostenibilidad (Agribalyse® 3.0.1 y Hartikainen H et al.). Los resultados indican que la adherencia a la DMED no solo beneficia la salud, sino que también reduce las emisiones de CO2, haciéndola una dieta saludable-sostenible. Esto se debe a que una mayor adherencia se relaciona con un consumo elevado de vegetales, frutas y legumbres, junto a una reducción en el consumo de carne roja, factores que disminuyen las emisiones de CO2. La forma de procesar los alimentos también afecta al medio ambiente y a la salud. Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados disminuye las emisiones de CO2 y mejora la adherencia a la DMED, asociándose con pérdida de peso y reducción calórica. También la elección de bebidas impacta en la sostenibilidad, optar por agua del grifo y mejorar las prácticas de gestión de residuos benefician tanto al medio ambiente como a la salud. Menores emisiones de CO2 se asocian con un menor riesgo de SM y niveles más bajos de glucemia. Las personas con SM, especialmente aquellas con glucemia elevada, podrían beneficiarse adoptando dietas de bajas emisiones como la DMED. Además, seguir dietas con menores emisiones de CO2 influye en la composición corporal, llevando a un menor peso, circunferencia de cintura más pequeña y una menor cantidad de grasa visceral. Conclusión La presente Tesis Doctoral destaca la importancia de la sostenibilidad alimentaria, evidenciando la conexión entre la alimentación, el medio ambiente y la salud. Optar por dietas respetuosas con el planeta, como la DMED, beneficia tanto al medio ambiente como a la salud, especialmente en personas con SM.