Desarrollo y aplicación de una metodología destinada al dimensionado de sistemas de recolección de agua para la restauración forestal en zonas áridas
- Andrés Martínez de Azagra Paredes Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 25 de noviembre de 2004
- Leopoldo Rojo Serrano Presidente/a
- Joaquín Navarro Hevia Secretario/a
- Roberto Pizarro Tapia Vocal
- José Anastasio Fernández Yuste Vocal
- Joaquín Ramírez Cisneros Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Se desarrolla una metodología dirigida al diseño de la preparación del suelo para la restauración forestal en zonas áridas y semiáridas. En estas áreas, donde las precipitaciones son escasas, la instalación artificial de una vegetación leñosa resulta más difícil, puesto que la insuficiente cantidad de un recurso fundamental para el desarrollo de las plantas como es el agua, pone en serio peligro su supervivencia inicial. Por esta razón, la intervención en el terreno debe concebirse como un sistema de recolección de agua. Así, la ladera a reforestar se divide en microcuencas o unidades sistematizadas, compuestas por un área de impluvio (o productora de escorrentía) y un área de recepción. Es en esta última donde, dentro de un microembalse, se instala la planta, que disfrutará de un microclima más húmedo, merced al aporte suplementario de agua de escorrentía generada en el área de impluvio. De esta forma puede restaurarse la vegetación de la ladera original degradada, gracias a un óptimo aprovechamiento de sus recursos hídricos. En primer lugar debe dimensionarse la capacidad del microembalse o alcorque situado en el área de recepción y que va a acoger a la planta. Para que este microembalse cumpla eficazmente su función, debe tener un tamaño tal que recoja toda la escorrentía generada en el área de impluvio, es decir, debe asegurarse el endorreísmo dentro de la unidad sistematizada. Sin embargo, no es éste el único criterio a tener en cuenta a la hora de diseñar el alcorque. Es necesario atender también a aspectos edáficos, mecánicos, fisiológicos, paisajísticos y económicos, entre otros, para que el microembalse resulte completamente útil para los brinzales. Por otra parte, hay que fijar la relación entre el área de impluvio y el área de recepción, y por tanto el tamaño de la unidad sistematizada. El área productora de escorrentía debe tener un tamaño suficiente para aportar un vo