Presupuestos e implicaciones antropológicas y éticas del pensamiento de Charles Taylor
- Martín Acebes, María Elena
- Leonardo Rodríguez Duplá Director/a
- Sara Gallardo González Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 04 de septiembre de 2018
- Tomás Domingo Moratalla Presidente/a
- Javier de la Cueva González-Cotera Secretario/a
- María Jesús Carravilla Parra Vocal
- María Martín Gómez Vocal
- Eduardo Ortiz Llueca Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Charles Taylor es uno de los pensadores contemporáneos cuya propuesta filosófica, sobre todo en lo concerniente su reflexión ética, articulada a partir de una antropología concreta, supone un referente significativo en el debate actual. A través de los cinco capítulos que vertebran esta tesis doctoral, nos proponemos un objetivo doble. Por una parte, tratamos de contribuir a un mayor conocimiento y difusión del pensamiento de Charles Taylor en el ámbito español. Por otra parte, movidos por el anhelo de alcanzar una mejor compresión del ser humano y de su obrar moral, tratamos de sacar a la luz los presupuestos antropológicos y éticos de su propuesta filosófica, así como las implicaciones que se derivan de ellos. Para ello nos apoyamos en los textos más fundamentales en los que el propio autor sienta las bases de su propuesta. Al considerar la dimensión práctica de la persona y los ejes en torno a los cuales gira el obrar humano, hemos descubierto que los presupuestos antropológicos del pensamiento de Taylor son los siguientes: i) la condición encarnada y vinculada con el mundo propia del sujeto, ii) que el ser humano es un sujeto intencional con propósitos, además iii) es un animal de lenguaje y iv) es un ser autointerpretativo, lo cual es esencial para su existencia. Por otra parte, recupera v) la dimensión dialógica del ser humano y afirma que vi) este siempre se encuentra en un espacio moral. A partir de estos supuestos antropológicos hemos presentado los que conciernen a su propuesta moral: i) la afirmación de la existencia de intuiciones morales gracias a las cuales el sujeto hace discriminaciones cualitativas, ii) los marcos de referencia u horizontes morales que engloban tales intuiciones, iii) las fuentes morales que facultan al ser humano para ser bueno y hacer el bien, y iv) que la articulación del bien es imprescindible para la comprensión de la motivación. A partir de estos presupuestos señalamos las implicaciones más relevantes. Por una parte, desde su concepción antropológica, Taylor desarrolla una crítica a la epistemología que desciende de Descartes y de la revolución científica del siglo XVII. Al enfatizar la inevitabilidad de ser agentes vinculados a causa del tipo de seres corporales, sociales y culturales que somos, acentúa la naturaleza holística de nuestro modo de conocer y recupera la dimensión dialógica del conocimiento puesto que es imposible que el conocimiento sea un logro de mentes individuales. Por otra parte, asume la crítica neoaristotélica a las teorías éticas procedimentales, señalando que siempre una noción de bien subyace a toda concepción formal de la ética. Así mismo, al considerar los aspectos que entran en juego en el modo en que el hombre se entiende a sí mismo, Taylor rescata la dimensión cognitiva del sentimiento, la cual exige un momento de validación racional. También con su propuesta intenta recuperar el realismo, tanto en el ámbito de la moral como en el ámbito de la ciencia. Cabe señalar la reelaboración que lleva a cabo de la noción de libertad positiva, así como el papel que otorga a la dimensión expresiva y constitutiva del lenguaje en relación con el ideal de la autenticidad. De este modo, al combinar una concepción de la libertad individual positiva, con la pertenencia a una comunidad y con la necesidad de lenguajes más sutiles que permitan al sujeto articular lo que realmente importa, Taylor recupera la mejor versión del ideal de la autenticidad. Estos y otros aspectos hacen de Charles Taylor un filósofo en busca del sentido de la existencia humana abierta a la trascendencia